Camilo Condis
3 de septiembre de 2017
Cuba adolece, entre muchas otras cosas, de un periodismo serio, útil. A ambos lados del espectro político encontramos los extremos más descabellados que podamos concebir. Mientras en los llamados «medios oficiales» dentro del país sólo se escuchan absurdas alabanzas a exiguas producciones agrícolas, en los llamados «medios independientes», o en aquellos fuera de Cuba, nos ofrecen el enaltecimiento de líderes totalmente desconocidos para el cubano de a pie, el que se supone que votaría por ellos en un futuro profetizado por Willy Chirino hace ya 26 años y que parece no acomodarse aún a la compleja realidad cubana.